El consejo escolar

El otro día pude experimentar como sería un consejo escolar con mis compañeros/as (aunque seguro que nuestra versión tenía bastantes cosas a mejorar). 

Nuestro colegio se llama Emilio Herrera, un granadino que pasó a la historia de España por diseñar el primer traje espacial. Es un centro concertado e impartimos E.S.O. Bachillerato, enseñanzas artísticas e idiomas. Nuestro lema: Cultura, ciencia y deporte.

Mi papel fue el de directora del centro y acompañada de mi secretario y jefe de estudios, en consenso con profesores, familias, alumnos y la representante del ayuntamiento, fuimos estableciendo los valores y comportamientos morales que creíamos que más se adaptaban a lo que pretendíamos ofrecer.

Empezando por los valores de los jóvenes; los estudios, formación y competencia profesional, la familia o la salud fueron los principales. En cuanto al centro jamás toleraría comportamientos como la violencia de género en la pareja o el matrimonio, el consumo de drogas o el vandalismo. Finalmente atañendo al ámbito familiar, concluimos que las causas de discusión más frecuentes en el periodo de la adolescencia son la hora de llegada a casa por la noche, el consumo de alcohol o el compromiso con los estudios.

Tras ponernos más o menos de acuerdo, todos los grupos pusimos en común nuestras propuestas de colegio y debatimos en cuál de ellos consideraríamos matricular a nuestros hipotéticos hijos.

-Olaya-






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Mismo concepto, distinto nombre.

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