Home sweet home
La escolarización es un derecho y una obligación al mismo tiempo, sin embargo parece que a día de hoy encontramos diferentes vías por las que llegar al mismo nivel de conocimiento evitando las aulas.
Un ejemplo es la educación en casa, los hijos aprenden de sus padres cada una de las asignaturas que son impartidas en el colegio a través de las diferentes salas de su hogar. Matemáticas, dibujo, idiomas, música, deportes... etc. También se fomenta su autonomía a través de asignaturas como economía doméstica, en la que se aprende a realizar las labores diarias que desempeñarán en su vida independiente, desarrollando una mayor madurez y mejor toma de decisiones.
Evidentemente los grandes instrumentos que articulan toda esta metodología son las nuevas tecnologías e internet donde pueden encontrar todo tipo de información de forma rápida. También se realizan excursiones a la naturaleza, se visitan museos e incluso viajan a nuevos países y se empapan de todo ese conocimiento que reciben de primera mano.
Pero a pesar de todo ello, el titulo oficial académico debe darlo una escuela, una institución homologada.
Personalmente me he criado en un país con un solo modelo de escolarización y ese es el que yo he visto que se ha seguido siempre. En clase hemos visto un ejemplo de educación en casa en el que todo parecía ir bien y los hijos aprendían muchísimas cosas, sin embargo creo más probable que salga mal, puesto que en mi opinión resulta demasiada carga de trabajo para uno o ambos padres (que además de tutorizar a sus hijos, tengan su propio trabajo fuera de casa) a la hora de encarnar 10 profesores o más al mismo tiempo.
Por otra parte el problema que se me hace más evidente es el que el niño/a no pueda socializar de forma correcta en este tipo de enseñanza, puesto que al no acudir a ningún colegio no conocen a niños/as de su edad, por lo tanto no establecen relaciones de amistad, y en un futuro esto puede suponer un gran problema, el ser humano es social por naturaleza y si estos niños tan solo han tenido contacto cercano con su núcleo familiar, es el augurio seguro de serios problemas en su futuro a la hora de relacionarse ya sea en el ámbito amistoso, de pareja o laboral.
También es cierto que este modelo es viable y se desarrolla con éxito en otros países europeos, supongo que si finalmente se quiere implantar este prototipo como una opción más, deberán considerarse sus pros y contras (para lo cual, como ya sabemos, en este país se toman su tiempo) y aunque en un principio resultara un desastre, quizá con los años pudiera desenvolverse favorablemente... probablemente nuestros hijos tampoco lo vean llegar al papel.
-Olaya-
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