La música también se estudia

 Para mi última entrada (hasta nuevo aviso) de este blog, he decidido mostraros un poquito más de mí. Aunque a través de todos los posts ya podíais intuir mi personalidad, hoy os traigo la introducción de quizás el trabajo (escrito) más importante de mi carrera hasta la fecha, mi TFG titulado "La producción musical femenina en Valladolid: Megy Nikol, Irene Crespo y Nuria Ojosnegros" Espero que os guste:  Si bien el término “productor” (musical) apunta directamente hacia la definición de “persona que con responsabilidad financiera y comercial organiza la realización de una obra (musical) y aporta el capital necesario”, el concepto de “productora musical” parece estar más vinculado con la definición de “empresa o asociación de personas que se dedican a la producción discográfica”. Esta confusión en el uso del término “productora” es solo una evidencia más de la desventaja profesional a la que deben enfrentarse numerosas mujeres en el ámbito de la industria musical. Como explica

Si algo podemos tener claro, es que la tecnología avanza por encima de nosotros mismos, y en el campo de la educación esto no será una excepción, creo que en el año 2030 la enseñanza será puramente tecnológica y digital, los libros de texto resultarán obsoletos en este sentido y será responsabilidad de los docentes el guiar a cada uno de sus alumnos en esta nueva exploración de conocimientos. Por otra parte, pienso que se deberán enfrentar problemáticas y situaciones diferentes a las que acontecen a día de hoy, por ejemplo todos aquellos aspectos psicológicos que afecten a los alumnos en pro de una mayor y mejor atención a la salud mental del individuo convirtiéndose en una educación más cercana a los problemas vitales que actualmente pasan desapercibidos. También una mayor atención a la educación sexual y emocional.  Pero no debemos olvidar que para que todas estas cuestiones sean posibles, los profesores y profesoras deben controlarlas de la misma forma que dominan su materia. Por su

Xesus Jares hablando sobre la educación para el conflicto interviene a través de tres marcos: conceptual, retos y necesidades y finalmente el programa "Aprender a convivir" de Vigo. Aprendemos y crecemos a través de conflictos, es la forma en la que enfrentamos el conflicto la que marca la diferencia entre la separación o la unión posteriores. Prácticamente de forma universal hemos sido educados en la visión del conflicto como algo negativo y condiciona nuestra forma de entender la educación. Jares respecto de este asunto analiza cuatro categorías diferentes:  1- Cómo percibimos y entendemos el conflicto y qué conflictos percibimos en nuestro centro. 2- El estado de la convivencia. 3- La violencia. 4- Estrategias de intervención para mejorar la convivencia en los centros educativos. Al mismo tiempo, propone un cambio de perspectiva en cuanto a la visión del mismo concepto de conflicto en pro de educar para su erradicación o disminución. verlo como un hecho real e inevitable q

Los conflictos y el bullying en las aulas han existido desde que lo hacen los humanos y, parece que aunque pasen décadas y siglos, continuamos encontrando los defectos del otro para en cierta manera sentirnos mejor con nosotros mismos, por que claro "nosotros no somos como ellos" ¿no? Una de las situaciones que creo que se da de forma significativa es la discriminación o el acoso debido a la orientación sexual del afectado. Dentro y fuera de las aulas esta casuística parece generar mucha controversia en torno a la gente a la que no le afecta en absoluto. Y no son pocos los titulares que leemos sobre esta problemática, y los que no leeremos...  La homofobia, la bifobia o la transfobia puede llegar a empujar al aislamiento o el suicidio de las personas que lo sufren. Pero la cosa no empieza ahí por supuesto, tenemos muchos pasos previos en los que poder actuar como docentes, y no podemos hacerlo de una mejor forma que educando. Educando en la diversidad, educando en la normaliz